lunes, 25 de marzo de 2013

EL QUIJOTE QUE ENCONTRO A SU DULCINEA





Aquel quijote al fin encontró a su dulcinea
Después de tanto buscarla
Después de tanto desearla
El señor se apiado de su alma
Y se la mando en medio de una noche gris
Entre las ruinas de aquel parque pueblerino
Pintado de rosa y blanco hueso
Enfrente de rosas y pequeños árboles
Que bajo la luz tenue de un antiguo farol
Formaban figuras tenebrosas
Y entre todas esas cosas
Se encontraban ellos
Sentados en una fría banqueta
El intentaba con miedo abrazarla
Para cubrirla un poco del frió nocturno
Y ella recostaba su delicado cuerpo
Entre sus brazos
Haciéndole palpitar rápidamente su corazón
Mientras platicaban y observaban
A aquellos dos hombres verdes
Que bajo efectos del humo vegetal
Acostados en su banqueta se reían sin razón
Entonces el empezó a observarla
Recordando aquellos amores frustrados
Que por su cobardía no habían sido
Pensando en no querer perderla
Hizo a un lado su miedo
Y con su voz casi quebrada
Le pidió suavemente un beso
Ella no supo que decir
Bajando su bella mirada
El con  toda su valentía
Tomo con sus frías manos
Su hermoso rostro
Quedando frente a el sus bellos labios
Y mirando hacia sus ojos soñados
Le dio ese beso tan deseado
Que solamente se dan los enamorados
Aquella noche de un 20 de noviembre
Cerca de la media noche
Cuando lo irreal se vuelve real
Y se dijo el Quijote entre si
Bienvenida a mi historia, a tu historia
A nuestra historia hermosa Dulcinea.

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