El cielo no para de llorar
y su llanto llena los rios
que arrastra con cualquier impio
que sus aguas quiera controlar
Mis ojos se congelan del miedo
al ver varios colosos colapsar
que por sus espaldas nos dejaban pasar
pero este invierno no pudieron soportar
Hoy muchos se han quedado sin hogar
y otros descansan en lo profundo del mar
ahora solo nos queda ayudar
porque mañana en su lugar podemos estar.
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